Creyentes del destino que marco su encuentro, nunca
hablando claro para que jamás muera la pasión que los une, masoquistas que no
se permiten escapar de las cadenas que los atan. Cuando se sienten cerca huyen,
cuando se sienten perdidos regresan. Amor irreal producto de una relación inexistente,
sensaciones intensas que queman, que asustan, fuente inagotable de contrariedad.
Son nada, son humo que desaparece al llegar la brisa, olas de mar que mueren al chocar con las piedras, los amantes eternos que nunca se encuentran y nunca se
dejan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario