Que triste es darse cuenta que hay que crecer..
recuerdo cuando era niña y hacia cuentas de cuantos años iba a tener el cierto año, y se me hacían muchos años, y hoy ya los tengo pero ya no soy niña, ya tengo que madurar y ser adulto, pero no quiero, lo triste es que es inevitable, todos a mi alrededor comienzan a cambiar y yo sigo jugando con muñecas, viendo caricaturas y comiendo dulces, en que momento paso toda mi infancia que ahora ya tengo que crecer, y no quiero; no quiero tener responsabilidades de adulto, no quiero esas preocupaciones, lo único que quiero es seguir jugando...
¿Pero que puedo hacer yo, si todo me empuja a ese mundo de grandes?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario